domingo, 9 de febrero de 2014

Redacción

Ese día tan bueno y soleado fue perfecto, aunque empezó siendo bastante aburrido. Estaba viendo la televisión cuando mi padre apareció con la idea de irnos al campo en bicicleta. A mí me pareció buena idea, pero mi hermana estaba en contra de la proposición que nos había hecho mi padre. Al final mi hermana accedió a ir a regañadientes. Así que cogimos las bicis y nos fuimos al campo. Atravesamos toda la ciudad pasando por algunos lugares emblemáticos.  Al llegar al campo estábamos mi hermana y yo muy cansados, por lo que mis padres nos dieron una gran merienda. Al terminarla nos pusimos en marcha. Nos acercamos a un lago gigantesco y muy transparente. Nos paramos a contemplarlo, cuando nos fijamos en la hora ya estaba oscureciendo y nos fuimos a casa. Fue un día inolvidable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario